A los pibes hay que dejarlos ser, siempre mostrándoles por donde va el camino que se nos da de buena gente pero sin imponer las cosas, el imponer siempre trae a rechazo de la mano.
El hecho de llevar la responsabilidad de enseñar a ser humano a una nueva criatura es fantástica pero tengo que pensar bien en como hacer las cosas: no puedo hacer como todos y decirle como tiene que actuar o si tiene que dar las gracias o que no puede correr desnudo por el parque, más bien debería hacerlo dar cuenta de que es él quién debe saber que hacer en tal o cual situación. Yo solo debo ser una guía para cualquier emergencia o eventualidad, un guía atento pero no el que imponga conductas que tarde o temprano el dejará tiradas debajo de la cama. Eso no sirve. A mi no me sirvió. Lo que soy me lo hice yo tomando lo que me sirvió de la vida.
Un guía que da consejos. Eso.
Le voy a mostrar cualquiera de las posibilidades que puedo llegar a ver para que él las vea, le voy a dar mis palabras para que elija cuales quiere usar, le voy a dar mis canciones para que aprenda a componer las suyas, le voy a dar compañia, voy a dejar que conozca por el mismo.
Una especie de ángel guardián que permite el desarrollo artístico-creativo-intelectual-humano y que cubre de buenas migas el suelo para que las caídas no lastimen demasiado.
es tan dificil no proyectar sobre ellos.
ResponderEliminaryo me impuse de entrada no ser un padre amigo, si un padre compañero, que no es lo mismo.
y dejarlo que siempre vaya buscando su camino, desde ahora.
pero que es dificil, carajo, no intentar evitarles los garrones que se vienen.
las cosas se aprenden viviendo.